Sin conexión... Evitemos ser derrotistas.

Siempre un partido México contra Brasil deja para muchos comentarios sobre todo aquí, en donde cuando se gana surge el momento en que algunos comunicadores nacionales tratan de explicar el POR QUÉ ganó México, CÓMO diablos sucedió eso cuando ellos tienen una historia que nadie tiene, tratan de explicarse en DÓNDE demonios estuvo la causa por la cual los brasileños perdieron ante nosotros que somos tan inferiores, es hasta divertido ver cómo tratan de encontrar razonamientos que siempre hallan, argumentando situaciones tales como “no venían completos”, “no lo tomaron en serio”, “ganamos, pero ellos son mejores”, “ a ver cómo nos va en un Mundial”, en fin, tontería y media.
La situación no varía cuando ellos nos ganan, ya que comienzan los superlativos hacia el seleccionado amazónico y los lamentos como “es que son superiores”, “nos ubicaron en nuestra realidad”, “existe una gran distancia todavía”, y así un sinfín de comentarios ‘agachones’ que dan pena y hacen daño, no a nosotros los que hemos visto crecer al futbol mexicano, sino a quienes comienzan a ver y escuchar de futbol, a las jóvenes generaciones que al mismo tiempo ven como unos chicos menores de 17 años pasan por encima de Brasil en un Mundial de la especialidad y, por otro lado, un supuesto especialista les dice que “no hay nada qué hacer”, que ellos son infinitamente superiores a nosotros porque tienen una historia más rica que nadie. Entiendo que el futbol brasileño es el más exitoso del planeta, entiendo que tienen una técnica muy vistosa, pero también los he visto caer cinco de las últimas ocho veces ante México en selecciones grandes, en competencia extrema y en amistosos, lo mismo en una Final de Copa Confederaciones que en una final de Copa Oro, lo mismo con Ronaldinho en la cancha, que con Kaká y Ronaldo en otras ocasiones. Esto me dice que son vulnerables, que como en todo evento deportivo se puede ganar o perder, pero no estoy de acuerdo en que se menosprecie lo conseguido, se menoscaben posibilidades por el hecho único de ver la historia.

Por otro lado, disfruté escuchar a Roberto Gómez Junco el miércoles, cuando analizó lo que sucedió en el partido, sin complejos y con razonamientos técnicos que hablaban de un Brasil con más posesión de balón en la primera parte, pero con un buen trabajo de contención mexicano que los hizo desacomodarse para que así México los atacara y los pusiera abajo casi al final de la primera mitad. Ésa fue la realidad, una vez más Brasil se topaba con un estilo mexicano que les incomoda, que no les deja espacios y que los supera en el marcador para más tarde caer en la desesperación y la derrota, en consecuencia, como lo hemos visto ya en muchas ocasiones. Esta vez el error estuvo en un descuido en el tiro de esquina, lo que dio tranquilidad a Brasil para la segunda parte. La segunda mitad, como lo dijo Roberto, comenzó del lado mexicano, que se quedó con el balón y llegaba más en bloque al área contraria, tal vez llegaron tarde los cambios y se perdió el ritmo, la presión y ahí se dio vuelta todo hasta que llegó el error de Márquez, que abrió la puerta para un tercer gol y eso fue el detonador para que algunos comentaristas activaran el chip del complejo de inferioridad. Pocos se libraron de esto, entre ellos André Marín, quién explicó lo que sucedía en el plano futbolístico y no en el histórico del que muchos otros no pueden desprenderse, y que tanto daño siguen haciendo al ánimo y mentalidad de los que apenas comienzan.
Yo ya vi a México ganarle a los más grandes, ganar Mundiales de jóvenes, copas Confederaciones de mayores, demostrar estar entre los tres mejores de América, me acostumbré a verlo salir adelante en las copas del Mundo y también quedarnos a un pasito de llegar hasta arriba, adonde seguro llegaremos con análisis prudentes, con inteligencia y sentido común, mas nunca con derrotismos ni con apologías a los que antes siempre antes, nos ganaban. Que así sea.

Esteban Arce.


Sin Conexion...Domingo 16 de Septiembre de 2007
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