Maristas, ´hermanos´ del futbol

“Los hermanos Maristas son formadores de grandes aficionados y futbolistas”
Esta manera tan intensa de ver el futbol seguramente la tengo por varios factores, pero el principal, sin duda, es por haber cursado mi primaria , secundaria y preparatoria en una institución como el Instituto México y CUM, en donde además de la espléndida educación y valores que uno obtiene cuando ahí estudia, te inculcan el amor por el futbol.
Recuerdo perfectamente que en mi examen de admisión para primero de primaria el maestro encargado de hacerlo muy seriamente me preguntó: “¿Y a ti te gusta el futbol? “ Apenas ingresé, lo primero que recuerdo es que el profesor Bernal del salón 13 tomó las riendas del equipo que representaba al salón como cada uno de los casi 50 de la primaria de la calle de Amores, que contaban con su propia portería, balón y dos recreos en donde la cáscara era obligatoria; a eso, recuerdo que le agregaban un magisterio deportivo de primer nivel compuesto por los hermanos Del Valle Alquisira y el también estupendo maestro Rubén Maturana, quienes en el horario de deportes te marcaban las bases de muchas disciplinas, pero por encima de todas el futbol. También se participaba en los equipos representativos del colegio en la Liga Interclubes, en donde el Instituto y Colegio México ´robaban´por encima del Cumbres, Patria, Reforma, Vista Hermosa, etc. Participar en cualquiera de los equipos o selecciones te convertían en personaje mitológico dentro del alumnado y te ayudaban a convivir de mejor manera en una escuela con más de mil alumnos.
Los Hermanos Maristas son sin duda una de las más queridas congregaciones que han pisado nuestro país, con enseñanza estricta, valiosa, humana y accesible a cualquier presupuesto, pero sin duda son formadores de grandes aficionados y también grandes futbolistas, como históricamente ha sucedido; sólo hay que recordar a Luis Regueiro, José Luis González, García Aspe, Pepe Vantolrá, Aarón Padilla, Dante Juárez, Félix Fernández, Manuel Sol, Pepe Vaca, Mauricio Peña y tantos y tantos jugadores que han pisado la Primera División mexicana, hasta nuestro presidente (de Récord) y director General, Carlos Flores, formó parte de alguna selección del Centro Universitario México y el propio Emilio Arcárraga Jean alimentó su afición al futbol en ésta misma institución. Recuerdo que el inolvidable padre Etchavarri refería a sus homilías siempre con ejemplos futboleros y los maestros, encabezados por él mismo en la portería, participaban ´como leones´en el torneo inter-clases de secundaria.
Un colegio en donde en época de mundiales el maestro, con autorización supongo, ponía la televisión mientras te enseñaba la raíz cuadrada y así no te perderías un partido entre Zaire y Yugoslavia; un colegio en donde el futbol era tan importante como las matemáticas, el inglés, la historia y otras tantas materias.. Tan importante ha sido el futbol para los Hermanos Maristas, que sus instalaciones en México por lo general cuentan con estupendas canchas. En mi caso, sólo recordar la de Amores, Popocatépetl y Nicolás San Juan, pero también jugué en las de Acoxpa y en las Olimpiadas Maristas en toda la República en donde también tienen instalaciones. A nivel internacional habrá que recordar que Argentina, en el Mundial de 1978, se preparó en la Villa Marista de Buenos Aires que cuenta con campos impresionantes.
Ya hace muchos años que pasé por las escuelas y colegios Maristas, pero a diario me despierto pensando en futbol, buscando futbol y seguramente en gran parte es gracias a los entrañables Hermanos Maristas que desde el primer día de clases me preguntaron: ¿…y a ti te gusta el futbol?
Esta semana les puedo decir que viendo al Atlante, sí me encanta el futbol, pero viendo al América, hubiera preferido que no me gustara tanto.


esteban.arce@record.com.mx
Record Diario Deportivo.
Dom.14 de Oct. 07