Esta es la sección dedicada a Esteban Arce y su columna editorial "Sin Conexión" que es publicada todos los Domingos en el "Record" diario deportivo.
Fotos Cortesia de Stali Abraham de Cancún Qroo.

La historia de Ramón Raya

SIN CONEXIÓN



“Las lesiones impidieron que Raya destacara como algunos compañeros”
“Tengo el gusto de ser amigo de Ramón Raya desde hace ya muchos años, sin duda, un apasionado del futbol, tal vez un incomprendido, alguien que sin hacer mucho ruido ha metido a un grupo de valientes mexicanos a la Final de futbol de playa organizado por la FIFA”.
Ramón fue jugador profesional, participó en aquel Mundial infantil celebrado en China, en donde también estuvieron muchos que luego trascendieron en el futbol mayor como el propio Luis García, de quien, por cierto, es gran amigo. Las lesiones impidieron que Raya destacara como algunos compañeros y truncaron una carrera que prometía, ya que contaba con un talento extraordinario, un perfil zurdo de gran altura y una enorme personalidad, cosa que no se pierde y que muchos años después toma valor dentro de un representativo nacional. Como dije antes, las lesiones lo castigaron, pero en su incansable deseo por seguir perteneciendo al futbol se integró a la Liga semiprofesional que precedió a la MLS en los Estados Unidos, con un equipo en Hawai que pertenecía al sector oeste de aquella liga, y con todos y los impedimentos físicos, Ramón se la rifaba cada 10 días viajando desde Hawai hasta el oeste de la Unión Americana, cosa que no es fácil, pero que fue minando el ánimo del deportista.
Su prematuro retiro lo llevó a seguir en el futbol, pero se enfiló a la dirección técnica, consiguiendo su título y picando piedra en varios equipos. Me consta que conoce, y mucho, sabe enormidades, pero no tolera muchas cosas que otros tal vez sí hacen, y quizás por eso no lo contemplen para dirigir un equipo de futbol en Primera División; esos equipos prefieren importar extranjeros (Markarián, Menotti, Mohamed, Gallego, Brailovsky o Westerhoff), no importa quienes, pero que sean de afuera antes que darle la oportunidad a un tipo como Ramón Raya, que hoy tiene por tercera vez en la historia a un equipo mexicano en la Final en un torneo organizado por la FIFA, las otras fueron en la Confederaciones 99 y la de Perú 2005 con la Selección Sub 17, ambas ante Brasil y, curiosamente, amigos míos, la segunda dirigida por un joven entrenador mexicano.
Aquí sí hay que felicitar a la Comisión de Selecciones Nacionales, a Cantú, Decio, Justino, etc., quienes creyeron y apoyaron a una Selección que hasta hace una semana nos era casi desconocida. Suerte en la Final, Dios quiera y ganen, aunque lo que ha hecho este grupo de bravos mexicanos es algo verdaderamente extraordinario y eso que no se vale juzgar con una piña colada en la mano izquierda, que de ser así, seguramente barreríamos. ¿O no?

esteban.arce@record.com.mx

Sin Conexión...
Dom.11 de Nov. de 2007
Fuente: Record Diario Deportivo.

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