Sueño azulgrana

SIN CONEXIÓN


¡Qué agradable visita a Cancún! El fin de semana pasado, la directiva atlantista, encabezada por Alejandro Burillo, Miguel Ángel Couchonal y José Antonio García, me invitó al último partido de la temporada regular ante el Puebla, y ahí, de manera fraternal (entre atlantistas), me otorgaron un reconocimiento por ser seguidor y promotor del hasta hace unos meses casi desaparecido atlantismo, y digo casi porque estuvimos a punto de morir, pero un golpe de timón retomó el rumbo y hoy en esta nueva plaza y con el entorno maravilloso del Caribe, parece que volvimos a nacer.
El viernes pasado, después de cruzar Periférico y Viaducto en casi dos horas, llegué al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, y luego de pensar que no llegaría a tomar el avión a Cancún, logré registrarme rápidamente con esas máquinas que lo ofrecen automáticamente, pero que nadie usa porque nadie enseña a los pasajeros a hacerlo; son, por cierto maravillosas, pero al ver mi boleto impreso me doy cuenta de que en lugar de salir a las 10 de la noche mi pase de abordar dice 12:25 AM del día siguiente, y al preguntar me informan que por neblina todo se atrasó desde muy temprano y ni modo, a perder tiempo, así ocurrió y sólo me entretuve porque el aeropuerto era una romería, ya que por los atrasos querían aplicarle ‘faviruchazos’ al personal de tierra, es decir, los querían amarrar y golpear como al pobre Fabiruchis.
Llegó el avión a las 3:00 AM, pero llegó. Se durmió poco, pero no importaba. A la mañana siguiente desayuné con puro atlantista y con algunos jugadores que por cierto se concentran en un gran hotel, Le Meridien, que al ser de gran turismo mantiene a los jugadores y familiares en un gran lugar para no querer salir nunca a diferencia de los hoteles de Tlalpan, en donde estaban acostumbrados.
El ambiente es inmejorable, con decirles que el Profe Cruz organiza tours para bucear; los familiares de los extranjeros no dejan ahora de visitarlos, el problema ahora es cómo decirles que ya se vayan. Antonio García vende terrenos junto a la playa y Couchonal hace lo propio, pero con entradas para el Coco-Bongo, un célebre congal del destino turístico, Todo es de sueño. Cancún está impresionante por lo bien urbanizado, bien trazado, por su zona hotelera, sus fraccionamientos, sus escuelas y universidades, sus restaurantes, su comercio, su clima, el color del mar… En fin, todo. Hasta el pequeño estadio que construyeron en tan solo 88 días y que cuenta con mejores baños que cualquier otro de México, es muy similar al estadio de Four Lauderdale en Florida, muy cómodo. El precio no es tan bajo como para que se sobrevenda, pero aún así se llena con gente civilizada que es consentida con unos whiskies del tamaño de un florero y cervezas que parecen caídas del cielo. Deportivamente no se puede pedir más, el equipo juega al nivel de cuando fuimos campeones en el 93, con un Federico Vilar convertido en el mejor arquero de México; un Mustafá que juega mejor que toda la defensa del América junta; una pareja de contenciones como Zamora y el ‘Chicharito’ que superan hoy a cualquier pareja de medios escudos, superiores a Pavel, Torrado, Argüello, Villa y Correa en cualquier combinación; el ‘Hobbit’ Bermúdez es un grande a su corta edad; Giancarlo adelante muestra niveles que seguramente lo llevarán a Europa; Pereyra está mucho mejor que en Cruz Azul… En fin, todo está saliendo que ni en un sueño.
El final, no se sabe, se habla de un nuevo estadio, de grandes inversiones, de cosas grandes, el tiempo lo dirá, pero hoy por hoy el Atlante y los atlantistas estamos viviendo un sueño del cual no queremos despertar.
PD. Felicidades al ‘Vate de la Balbuena’, me refiero a Hugo Sánchez, por su sentido poema dedicado a la camiseta de la Selección. ¡Qué bonito, caramba!
esteban.arce@record.com.mx

Sin Conexión...
Dom.18 de Nov. de 2007
Fuente: Record Diario Deportivo.