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“Fraude es cerrar el Periférico para realizar obras de bacheo después de la Final”

A menudo ésta columna suele estar inconforme con distintas actitudes de personas, instituciones, situaciones y determinaciones que en gran mayoría incumben o afectan a terceros, pero existe un refrán que reza: “La caridad empieza por casa”, y eso es exactamente lo que entiendo que se debe de hacer cuando somos dados a la crítica.
En esta ocasión, ésta será a nuestro diario, así como lo oyen, al periódico RÉCORD, en donde una gran familia de colaboradores nos esforzamos (unos más que otros) para convertir el trabajo en lo que hoy es, en el diario deportivo más importante del país, y como mi deseo es que lo siga siendo, haré un análisis autocrítico para que una de dos, o me corran o me aplaudan la acción.
Todo esto nace cuando el viernes como portada en RÉCORD se mencionó a ocho columnas la palabra FRAUDE, con relación al primer partido de la final entre Pumas y Atlante, portada, a mi entender, muy desafortunada, cuando como fraude se puede entender una trampa, negar lo ofrecido, tratar de ocultar la verdad, empeñar la palabra y no cumplir, para mi eso es un fraude, no un partido deslucido, un partido en el que quien menos corrió lo hizo todo el juego. No podemos llamar fraude a lo que hicieron Pablo Barrera, Sambueza, ni lo que corrió Zamora y el Chícharo, y menos a lo que hizo Vilar. Fraude puede utilizarse cuando el equipo, o los equipos, no se presentan y el público pagó boleto, o encontrando a las categorías infantiles de ambos clubes en la cancha y no al cuadro estelar, no cuando todos apretaron los dientes, no cuando son los dos cuadros con nómina más baja y están disputando la Final.
Fraude, si quieren podemos mencionar a Lucas Castromán, Bilos, Fántic y hasta un Chelito Delgado, cuando al abandonar un partido se va al vestidor y no apoya a sus compañeros, eso podría se equiparado como fraude, y tal vez ni así. También al mencionar a equipos enteros como Cruz Azul, América, Tigres o Santos, en donde se gastaron millones y no hicieron nada entonces si podemos pensar en un fraude.
Para mí, es un desatino en el concepto del fraude, ya que el simple hecho de estar en la instancia final, los cuadros se hacen merecedores de un aplauso.
Quizás el partido no llenó las expectativas, quizás no quedaron 6-6 y hubieron cinco infartados en la tribuna, pero los que amamos los colores de ambas instituciones, créanme que lo gozamos y mucho.
Fraude es cerrar el Periférico, como lo hizo el Gobierno del DF para realizar obras de bacheo a la salida de la Final y hacer tres horas de CU a mi casa, pudiéndolo hacer un poco más tarde, eso quizás si sea fraude.
Hablé con mi director y le expresé mi inquietud, misma que fue comentada por muchos comunicadores el mismo viernes, y Alejandro Gómez me explicó que se aplicaba la palabra a una derivación de “defraudar a las expectativas que se habían depositado en dos cuadros con filosofías de juego agresivo”, y tal vez por ese lado lo pueda llegar a entender, pero definitivamente no estoy de acuerdo con la portada donde la palabra fraude resaltaba una temporada más que histórica del Atlante y una campaña heroica de Pumas.
Y lamento si esto pone en peligro mi pavo navideño y mi aguinaldo, aunque conociendo lo abiertos que son mis queridos Carlos, Alejandro y Edú, puedo estar tranquilo.
Por cierto, a todos mis compañeros de RÉCORD, felicidades por un año más de grandes logros y como dijera el ‘Valedor’ Tomás Mojarro…”por si ésta fuera la última vez”.

esteban.arce@record.com

Dom. 9 de Dic. 2007

Fuente: "Record" diario deportivo