El oscurantismo de la FIFA

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Llama la atención la reiterada negativa del máximo organismo futbolístico, que le echa la culpa a los ruquitos del Internacional Board, para actualizar sus reglamentos, cosa que hacen ya casi todos los demás deportes, para apoyarse en las nuevas tecnologías y reducir el margen de error en un deporte tan popular como el futbol.
Se incomoda el señor Blatter cuando se le pregunta por qué no ayudarse con el video a la hora de decidir sobre situaciones de juego importantes, que se pueden ratificar o rectificar con un simple y rápido vistazo a un pequeño monitor.
Hace algunos años seguramente se habría antepuesto la dificultad y el costo de instalar un sistema en cada cancha del mundo en donde se jugara un partido importante, pero hoy en día un recurso como éste sería muy fácil de utilizar hasta en partidos amateurs. Ahora cualquier pelado, como su servidor, puede filmar hasta las cascaritas con sus cuates para después reproducirlas y analizar cuadro por cuadro, al fragor de los alcoholes, hasta las más inverosímiles facetas de tal epopeya deportiva. Si no, pregúntenle a los parroquianos del bar del Centro Asturiano.
No puedo, entonces, imaginarme las verdaderas razones que podría tener un organismo tan importante como la FIFA, que agrupa a más países que las misma Naciones Unidas, para imponer su necedad a la urgencia de actualizar sus reglas de juego, sobre todo cuando el principal argumento que se alega es el de “…no quitarle su esencia al futbol…” . En una de esas yo no lo sabía y parte de la esencia del futbol sería la injusticia (que genera frustración y violencia), producto de la limitadísima capacidad humana de decidir correctamente en fracciones de segundo o, siendo más desconfiados y mal pensados, ¿parte de esa rara esencia sería la posibilidad de manejar estos “comprensibles”errores a favor de oscuros intereses comerciales o políticos?
Recordemos que todos los meseros del mundo se equivocan siempre, pero a su favor. Desde el gol con la mano de Meazza contra España en el Mundial del 34, hasta la ‘la mano de Dios’ del 86, pasando por el gol fantasma de la Final del 66 en Wembley y llegando a las descaradas ayudas a Corea en el penúltimo Mundial, y la manota que le echaron a Italia descaradamente ante Australia, cuando ya eliminada le regalaron un penalti y a la postre el Campeonato, lo increíble es que siga siendo igualmente posible conseguir ganar injustamente cuando hay herramientas disponibles para evitarlo y no dejarlo todo al sospechosísmo y siempre limitado “criterio arbitral”.
El más mínimo sentido común nos hace cuestionar el que en otros deportes, como el tenis en el que juegan dos oponentes o máximo cuatro, celebrándose miles de partidos profesionales por año y decenas por cada torneo cada semana en todo el mundo, y en el que la cancha es muchísimo más chica, se cuente con el apoyo de ¡seis jueces! En cada partido, además de nuevas ayudas electrónicas y digitales, mientras que en el futbol se incrementó a un cuarto oficial recientemente que no tiene mayor injerencia en las decisiones de un árbitro central omnipotente y de dos jueces de línea que no sirven ni para llevar el tiempo real de juego y sí para confundir todavía más a jugadores y público.
Contaba el abuelito de Farfán, que de esto algo sabía, ya que se almorzó a un árbitro inglés en la Guayana, que antiguamente había jueces de gol que alzaban una banderita cuando el balón rebasaba la línea de meta bajo los postes, y que validando o no las anotaciones, pero que fueron retirados una vez que se colocaron redes en los marcos. De cuantas injusticias nos habrían librado dichos jueces en nuestros días, ya que el International Board no ha aceptado aún colocar chips en los balones para comprobar si has rebasado o no la línea de gol. La pregunta sería: ¿por qué no actualizar el arbitraje de manera que el futbol sea más transparente y justo, señor Blatter? O será que, aparte de la intangible “esencia del futbol”, ¿habrá alguna razón de peso que no nos quiera usted decir o que no estemos preparados para saber, que impida el conseguir, en la medida de lo actualmente posible, que gane verdaderamente el mejor?

esteban.arce@record.com.mx

Dom. 17 de Febrero de 2008
Fuente: Record Diario Deportivo.

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