Esta es la sección dedicada a Esteban Arce y su columna editorial "Sin Conexión" que es publicada todos los Domingos en el "Record" diario deportivo.
Fotos Cortesia de Stali Abraham de Cancún Qroo.

“Tan lejos de Dios…”


Sin Conexión...

“…Y tan cerca de Estados Unidos”, dijo un día, supuestamente Don Porfirio Díaz refiriéndose a su “pobre México”. Aunque el lamento se le atribuye a él, lo mismo podríamos expresar los aficionados en relación a la superioridad futbolística que nos han demostrado en los últimos años nuestros odiados ‘gringos’ representantes de un deporte que ha venido creciendo mucho más seria y organizadamente al norte de nuestra frontera que en nuestras canchas debido, entre otras cosas, a la mentalidad ganadora de unos y, triste es reconocerlo, a la todavía perdedora de los nuestros.
No cabe duda que nuestros jugadores mexicanos han mejorado notablemente a nivel técnico y táctico, al grado de que últimamente nos hemos convertido en pequeños exportadores de ciertos talentos al máximo nivel de futbol europeo. Es cierto también que en las décadas recientes se ha progresado aceleradamente en el mejoramiento del nivel competitivo de nuestros equipos, llegando a demostrar que ocupamos seguramente un digno tercer lugar continental detrás de Brasil y de Argentina en el escalafón que agrupa a las mejores ligas de Iberoamérica, peo no podemos con los Estados Unidos.
Hubo una época en que sí podíamos, e inclusive los goleábamos con cierta facilidad, sobre todo cuando el futbol todavía no se practicaba masivamente como ahora en el vecino país del norte, y cuando sólo algunos extranjeros excéntricos pateaban la pelota y trataban de organizar sin éxito ligas profesionales similares a las de sus países de origen, acentuando la nostalgia al llevar a sus estadios adaptados, a jugadores en retiro del nivel de Pelé, Eusebio, Beckenbahuer, Cruyff, George Best, Bobby Moore, etc., sin contar con una afición y una estructura que permitiera el desarrollo del talento propio.
Pero las cosas han cambiado, y ahora podemos constatar como el futbol ‘soccer’, como ellos le llaman, es el deporte más practicado sobre todo por niños y niñas estadounidenses en edad escolar, con el resultado de que las mujeres ya han sido campeonas mundiales y los hombres han clasificado sin mayores problemas a los últimos torneos de FIFA, convirtiéndose en una selección tan competitiva, al menos, como la nuestra.
Si bien la lejana eliminación de México por sus vecinos del norte, previa al Mundial de 1934 en Roma, de la mano de un beisbolista nacido en Italia de apellido Donelli, se atribuyó al exceso de confianza de los nuestros y al mes de francachelas lideradas por el pirata Fuente durante la travesía en barco que nos llevó al primer gran fracaso de que tenga memoria en nuestro futbol, la imposibilidad actual de vencer a los ‘gringos’ tiene explicaciones muchos más relacionadas con un innegable progreso de los archirrivales y, dicho sea de paso, a una mentalidad derrotista que no hemos podido erradicar de la mayor parte de nuestras manifestaciones deportivas nacionales.
O lo que es lo mismo: ya nos agarraron (también en esto) de sus puerquitos. ¿O no?
Que nos sirva de consuelo el hecho de que antes teníamos un peor nivel futbolístico y los dominábamos, hoy por hoy tenemos creo yo, el mejor nivel futbolístico de nuestra historia, pero ellos también, lo cual complica el panorama, confunde y crea fantasmas. También ahora casi siempre le ganamos a Brasil y eso también los crea.
Mi esperanza es que algún día podamos retomar la ventaja, al menos en el futbol, que llegamos a tener sobre ellos basándonos en no olvidar éxitos como los de la Sub 17 en los que llegamos a ser Campeones del Mundo mediante un proceso a cuatro años (que ya se ha abandonado por cierto) y al trabajo sistemático de la capacidad mental de los jugadores, similar al que hizo Chucho Ramírez con esa generación.
Es un hecho que el mejoramiento técnico, táctico y hasta físico que hemos demostrado no va a servir de nada si no se trabaja el aspecto mental, y en eso los norteamericano seguirán superándonos mientras tanto.
Por cierto, me consta que existe un gran número de mexicanos talentosos jóvenes que practican el futbol en EU y que cuentan con una educación deportiva y mentalidad similares a la norteamericana, pero que por no tener acceso al sistema educativo universitario no son siquiera vistos ni considerados por los equipos. Esos talentos se pierden debido a que tampoco son detectados normalmente por los equipos mexicanos, salvo excepciones como Chivas y, antiguamente, Santos de Torreón.
Me pregunto ¿qué pasaría si nuestros dirigentes pusieran más atención en los también mexicanos que darían hasta la vida por representar a su país de origen, de la misma manera que la arriesgaron sus padres o abuelos para cruzar el Río bravo?¿Sería acaso factible formar preselecciones menores de mexicanos en Estado Unidos y enfrentarlas en su momento con las de acá para canalizar ese talento hoy desperdiciado a los clubes interesados en jugadores mexicanos con mejor mentalidad?
Ahí se las dejo…


Dom. 10 de Febrero de 2008
Fuente: Record Diario Deportivo.

-----------------

No hay comentarios.:

Publicar un comentario