Hugo y el fracaso de siempre
SIN CONEXIÓN
Cuando la televisión captó el rostro de Hugo Sánchez al finalizar el partido de la Selección Preolímpica ante su similar de Haití, tras el cual habríamos quedado eliminados, me vinieron a la mente tristes recuerdos que bajo situaciones similares el propio Hugo abandonaba el terreno de juego de igual manera.
Una imagen ya familiar para todos aquellos quienes adoramos el futbol y más a nuestra Selección. Pertenezco a una generación que ha crecido de manera penosa admirando cómo Hugo Sánchez abandona cíclicamente el terreno de juego con un fracaso a cuestas. Llevando consigo las ilusiones de quienes siempre habíamos creído en él, en su calidad de triunfador, en su calidad de soporte para nuestro futbol, pero no, desde que tengo 14 años he visto a Hugo abandonar el campo, llevándose todas las esperanzas de los aficionados mexicanos.
Primero fue en 1976, cuando con una Selección de la cual se esperaba todo, el propio Hugo acompañado por Rangel, Tapia y otras jóvenes promesas, eran eliminados de la justa olímpica de manera categórica, y recuerdo que la televisión captó a Hugo con la editorial de Ángel Fernández que decía: “Hasta aquí llegaron las aspiraciones de quienes se esperaba mucho más”.
Dos años más tarde, después de calificar de manera fácil y hacer una gira espectacular, la Selección llegó a Argentina con una delantera en donde otra vez Hugo, Rangel y el ‘Cora’ Isiordia compartieron con otros compañeros la peor humillación de que se tenga ,memoria en un Mundial, al caer ante Túnez 3-1, Alemania 6-0 y Polonia 3 goles por uno; un estrepitoso fracaso en donde Hugo aparecía una vez más son un grupo que hizo soñar a la afición y terminó decepcionando a toda una generación. Para el siguiente ciclo, Hugo ya jugaba en España para el Atlético de Madrid y con su aporte se esperaba llegar a España, y en el Premundial de Honduras fue el propio Hugo, faltando cinco minutos para terminar el juego ante los catrachos, cuando vaciaba, solo frente al arquero Arzú, toda posibilidad de acudir al Mundial de 1982; una vez más Hugo abandonaba el terreno involucrado en otro fracaso que volvió a estremecer nuestra esperanza de ver trascender a nuestra Selección.
No fue sino hasta 1986, cuando en casa, Sánchez llegaba en su mejor momento deportivo y en medio de una muy conjuntada Selección, nunca apareció como se le esperaba, sólo anotó un gol, se perdió, no soportó la presión, falló un penalti ante Paraguay dejando ir el triunfo, y pidió su cambio ante Alemania a minutos de definir en penaltis en Monterrey el paso a Semifinales, prefiriendo cuidar su prestigio que poner la cara por nuestra Selección, dejando una vez más el terreno de juego con una deuda enorme. El Siguiente Mundial pasó de largo por el terrible caso de los cachirules y Hugo no desperdició la oportunidad de golpear a quienes lo habían apartado de la posibilidad de ir a otra Copa del Mundo, como si en los anteriores hubiera sido protagonista. Estado Unidos 1994 daba cabida a un seleccionado nunca antes visto, precedido de un Subcampeonato en su primera Copa América, las aspiraciones eran grandes y su desempeño durante el torneo no desentonó; Hugo jugó ante Noruega pero no volvió a aparecer en lo absoluto, mas regresó a escena cuando se negó a entrar al terreno de juego ante Bulgaria, cuando más se le necesitaba, cuando Miguel Mejía Barón se lo ordenó; él una vez más vio los penales cerca y alejó toda posibilidad de manchar su reputación con la negativa de entrar al terreno de juego, la televisión volvía a capturar la imagen de la derrota de nuestra Selección con Hugo y nuestros sueños abandonando el empastado.
Parecía que esa imagen no la volveríamos a ver, pero no fue así; Hugo insistió en entrenar al seleccionado nacional de futbol y con un pésimo manejo volvió a salir de la misma manera con la derrota en la Final de Copa Oro, y de paso, la imposibilidad de participar en la Copa Confederaciones, un fracaso más. Y si todo lo anterior parece un cuento de espanto, ahora con la Preolímpica, volvimos a ver a Hugo salir de la cancha con una terrible decepción al quedar eliminados de los Juegos Olímpicos, cuando se creía tener la mejor generación de futbolistas en toda la historia, pero lamentablemente, Hugo volvía a estar presente en el terrible fracaso.
De aquel fracaso de 1976 ya son 32 años, mismos que toda una generación ha visto a Hugo Sánchez fracasar cíclicamente con la camisa verde, y hoy, se sigue hablando de que es un triunfador, ¡por favor!, con la Selección nunca lo ha sido, y mi pregunta ahora es: ¿vamos a tener que verlo salir con la cara al suelo, pero ahora con el fracaso de no ir al Mundial de Sudáfrica? Espero que no, total, él tiene muchos logros personales, pero ninguno a nivel Selección, que es lo que a los mexicanos nos importa.
Cuando la televisión captó el rostro de Hugo Sánchez al finalizar el partido de la Selección Preolímpica ante su similar de Haití, tras el cual habríamos quedado eliminados, me vinieron a la mente tristes recuerdos que bajo situaciones similares el propio Hugo abandonaba el terreno de juego de igual manera.
Una imagen ya familiar para todos aquellos quienes adoramos el futbol y más a nuestra Selección. Pertenezco a una generación que ha crecido de manera penosa admirando cómo Hugo Sánchez abandona cíclicamente el terreno de juego con un fracaso a cuestas. Llevando consigo las ilusiones de quienes siempre habíamos creído en él, en su calidad de triunfador, en su calidad de soporte para nuestro futbol, pero no, desde que tengo 14 años he visto a Hugo abandonar el campo, llevándose todas las esperanzas de los aficionados mexicanos.
Primero fue en 1976, cuando con una Selección de la cual se esperaba todo, el propio Hugo acompañado por Rangel, Tapia y otras jóvenes promesas, eran eliminados de la justa olímpica de manera categórica, y recuerdo que la televisión captó a Hugo con la editorial de Ángel Fernández que decía: “Hasta aquí llegaron las aspiraciones de quienes se esperaba mucho más”.
Dos años más tarde, después de calificar de manera fácil y hacer una gira espectacular, la Selección llegó a Argentina con una delantera en donde otra vez Hugo, Rangel y el ‘Cora’ Isiordia compartieron con otros compañeros la peor humillación de que se tenga ,memoria en un Mundial, al caer ante Túnez 3-1, Alemania 6-0 y Polonia 3 goles por uno; un estrepitoso fracaso en donde Hugo aparecía una vez más son un grupo que hizo soñar a la afición y terminó decepcionando a toda una generación. Para el siguiente ciclo, Hugo ya jugaba en España para el Atlético de Madrid y con su aporte se esperaba llegar a España, y en el Premundial de Honduras fue el propio Hugo, faltando cinco minutos para terminar el juego ante los catrachos, cuando vaciaba, solo frente al arquero Arzú, toda posibilidad de acudir al Mundial de 1982; una vez más Hugo abandonaba el terreno involucrado en otro fracaso que volvió a estremecer nuestra esperanza de ver trascender a nuestra Selección.
No fue sino hasta 1986, cuando en casa, Sánchez llegaba en su mejor momento deportivo y en medio de una muy conjuntada Selección, nunca apareció como se le esperaba, sólo anotó un gol, se perdió, no soportó la presión, falló un penalti ante Paraguay dejando ir el triunfo, y pidió su cambio ante Alemania a minutos de definir en penaltis en Monterrey el paso a Semifinales, prefiriendo cuidar su prestigio que poner la cara por nuestra Selección, dejando una vez más el terreno de juego con una deuda enorme. El Siguiente Mundial pasó de largo por el terrible caso de los cachirules y Hugo no desperdició la oportunidad de golpear a quienes lo habían apartado de la posibilidad de ir a otra Copa del Mundo, como si en los anteriores hubiera sido protagonista. Estado Unidos 1994 daba cabida a un seleccionado nunca antes visto, precedido de un Subcampeonato en su primera Copa América, las aspiraciones eran grandes y su desempeño durante el torneo no desentonó; Hugo jugó ante Noruega pero no volvió a aparecer en lo absoluto, mas regresó a escena cuando se negó a entrar al terreno de juego ante Bulgaria, cuando más se le necesitaba, cuando Miguel Mejía Barón se lo ordenó; él una vez más vio los penales cerca y alejó toda posibilidad de manchar su reputación con la negativa de entrar al terreno de juego, la televisión volvía a capturar la imagen de la derrota de nuestra Selección con Hugo y nuestros sueños abandonando el empastado.
Parecía que esa imagen no la volveríamos a ver, pero no fue así; Hugo insistió en entrenar al seleccionado nacional de futbol y con un pésimo manejo volvió a salir de la misma manera con la derrota en la Final de Copa Oro, y de paso, la imposibilidad de participar en la Copa Confederaciones, un fracaso más. Y si todo lo anterior parece un cuento de espanto, ahora con la Preolímpica, volvimos a ver a Hugo salir de la cancha con una terrible decepción al quedar eliminados de los Juegos Olímpicos, cuando se creía tener la mejor generación de futbolistas en toda la historia, pero lamentablemente, Hugo volvía a estar presente en el terrible fracaso.
De aquel fracaso de 1976 ya son 32 años, mismos que toda una generación ha visto a Hugo Sánchez fracasar cíclicamente con la camisa verde, y hoy, se sigue hablando de que es un triunfador, ¡por favor!, con la Selección nunca lo ha sido, y mi pregunta ahora es: ¿vamos a tener que verlo salir con la cara al suelo, pero ahora con el fracaso de no ir al Mundial de Sudáfrica? Espero que no, total, él tiene muchos logros personales, pero ninguno a nivel Selección, que es lo que a los mexicanos nos importa.
Fuente: Record Diario Deportivo
Sin Conexión...
Dom 30 de Marzo de 2008.
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