Esta es la sección dedicada a Esteban Arce y su columna editorial "Sin Conexión" que es publicada todos los Domingos en el "Record" diario deportivo.
Fotos Cortesia de Stali Abraham de Cancún Qroo.

Hablando de respeto

Sin Conexión



Qué difícil es y ha sido siempre el encontrar este ingrediente en las relaciones de los seres humanos de todas las épocas: el respeto. Respetar, ser respetado y, en contrapartida ser respetuoso de los demás y, mucho más difícil, a mí entender, respetarse a sí mismo.

A Don Benito Juárez le adjudican la frase de ‘El respeto al derecho ajeno es la paz’, aunque hay quien dice que no se respetó al que originalmente la dijo, pero de cualquier manera, ahí queda impresa como letra muerta ante la infinidad de ejemplos cotidianos de falta de respeto, que van desde el semáforo de la esquina, hasta nuestro parlamento local en el que unos cuantos secuaces de un seudo líder (que aparece a veces frente a una imagen del Benemérito por cierto el muy cínico) son capaces de impedir que se dirima civilizadamente un tema de interés nacional, en el que de antemano, saben que la llevan de perder.

Le faltan el respeto a la razón, a la civilidad, a las formas, a nuestra incipiente y raquítica, aunque onerosa, democracia, tomando arbitrariamente las tribunas de nuestras Cámaras y faltándole al respeto, por si fuera poco, a quienes votaron por ellos ya los que, con nuestros impuestos, les damos de comer.

No por nada nuestro buen amigo Bora Milutinovic, después de vivir desde hace más de 30 años entre nosotros solamente ha aprendido a decir con claridad una sola cosa: “Yo respeto”. Al menos eso es de lo poco que se le entiende al buen Velibor quién, además de ser buena persona, entrenador y mejor publirrelacionista, ha comprendido que el respetar es la mejor manera de procurar ser respetado.

Algo de eso deberían aprender tantos personajes de nuestro futbol y de muchos otros ámbitos de la vida nacional, a los que su infinita soberbia les provoca una ceguera tal que terminan por no saber a quién pisan mientras retozan, siempre en pos de un protagonismo que los ciega y que pone de manifiesto su evidente, minuciosa y progresiva imbecilidad.

Me refiero desde luego a nuestros ínclitos directivos de este kafkiano deporte nacional que tantos adeptos tiene, y a muchos de sus protagonistas, ya sean entrenadores, jugadores y deformadores de opinión que no se miran las narices para faltarle el respeto hasta a su propia madre cuando se trata de demostrar a los demás que ellos son los que mandan y peor aún, los que saben. Aunque sólo sea de futbol. Si no díganme ustedes qué clase de respeto manifiestan, por ejemplo, los representantes de la Federación que, viajando a Europa en primera, hospedándose en hoteles de gran lujo y dándose la gran vida con los limitados recursos que dejan los partidos moleros de nuestra manoseada Selección, proclaman a los cinco vientos (son cuatro, pero el quinto se lo tiran ellos) que andan buscando, chequera en mano, al técnico nacional.

Le faltan al respeto primero a los demás técnicos locales, segundo a los equipos o selecciones en dónde trabajan y cobran actualmente sus candidatos, tercero a quienes saben un poco de futbol y se preguntan cómo se le ofrece el trabajo a técnicos de características tan distintas y tan alejados algunos de la realidad de nuestro medio, además de al mismo técnico interino a quien utilizan distrayéndolo de su ocupación formativa, faltándole por último el respeto al trabajo de las Selecciones Menores, si es que alguna vez se le ha tenido. Y no se queda atrás el que organiza, junto a la misma Federación, tal cantidad de partidos amistosos de la Selección, (la mexicana es la que más partidos juega en el mundo cada año) sin respetar los trabajos de los clubes ni detenerse en considerar la carga de viajes a los jugadores con tal de exprimir al máximo el jugoso negocio de presentar al ‘equipo de todos’ contra cualquier rival dispuesto a entrarle al toro y faltándole finalmente, por enésima ocasión, el respeto a un público tan noble cono el que conforman nuestros paisanos en Estados Unidos, quienes pagan lo que apenas ganan para ver lo que ellos creen que es un verdadero representativo del futbol del país al que añoran y, quizás, hasta respetan.

Del respeto que demostraron tenerse entre ellos y en su momento a nuestro futbol, a la prensa, a los jugadores con sus manoseos a sus demás colegas, a las jóvenes promesas con su llamado a foráneos, al público en general y sobre todo al sentido común con sus múltiples desplantes, estupideces, incongruencias, irreverencias y contradicciones, nuestros queridísimos La Volpe y Hugo, no hablo por respeto a su memoria y a su valioso tiempo, querido y respetado lector.

Fuente: Record Diario Deportivo
Sin Conexión...
Dom 20 de Abril de 2008.

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