Urge un cambio
Sin Conexión
Si Durante meses en ésta columna advertí de los peligros que representaba contratar a un técnico extranjero, particularmente a Sven-Göran Eriksson, hoy no dejo de aplaudirme por esto, porque el tiempo lamentablemente me está dando la razón, no así a quienes al más puro estilo de los conservadores durante la guerra de Reforma aplaudieron cuando trajeron a Maximiliano y que tan malos resultados arrojó.
Sí, esos que cuando lo contrataron brincaban de gusto como si hubiéramos traído a un gurú que te enseñara la diferencia entre lo bueno y lo malo, los mismos que ridicularizaron a Arias, al Profe Cruz, al Piojo Herrera, a Manolo Lapuente, a Carrillo y a todos porque según ellos no tienen nivel; sin recordar que lo poco que hemos ganado ha sido con entrenadores mexicanos y que quienes han ganado alguna Copa del Mundo lo han hecho con entrenadores de la misma nacionalidad que la selección campeona. Sin recordar que los grandes no contratan entrenadores suecos, porque estos últimos nunca han ganado nada a nivel selección, esos que hoy esconden la cabeza y no saben qué hacer con un petardo al que le pagaron más de 10 mdd y hoy se lo tiene que tragar.
Eriksson está más perdido que un perro en el Periférico, en sus pocas convocatorias lo único que ha enseñado es que se le facilitan los idiomas, pero nada más; es un vividor del futbol, un mercenario que el martes ubicó al centro delantero del Monterrey, Ochoa como contención durante los últimos momentos del partido ante un cuadro canadiense que, ya sin chance de calificar, con un cuadro plagado de jugadores que ni el la MLS juegan, sin sus ‘europeos’, sin nada de nada agobiaban al cuadro del mentado Sven. Eso se lo paso a un conjunto pequeño, no a una Selección Nacional.
El mismo que ha alineado, exhibido y quemado durante cinco partidos a Vela y Giovanni de titulares sin que hayan anotado un solo gol; el mismo que sigue manteniendo a Arce y Luis Pérez de titulares en una representación nacional cuando son muy débiles de carácter, el mismo que ya no llamó al Guille Franco, que no llama a Borgetti, ni a Nery Castillo ni a De Nigris ni al Bofo ni a Sinha, ni al Hobbit Bermúdez, pero que sí ha convocado a más de 40 por ciento de los futbolistas prácticamente elegibles en la Primera División.
Es un desastre, no juega a nada, no tiene liderazgo, acabaron gritando todos ante Canadá; es decir, él, su asistente sueco, Paco Ramírez, el utilero, como si fuera equipo de barrio; el mismo que juega sin dos puntas ante Canadá como si se tratara de Brasil; el mismo que no ha ganado ninguno de sus encuentros fuera de México.
Un contrato multimillonario para quien venía de fracasar con Inglaterra y el Manchester City. Un fiasco, que hoy no sabe ni qué decir porque no sabe qué está pasando.
Si lo trajeron por glamour o mercadotecnia solamente, es digo que si no calificamos, baratos van a salir su sueldo y sus cláusulas de rescisión en comparación con los millones que van a dejar de ingresar si no se califica al Mundial.
Sería mejor que lo pongan de portero del edificio de la FMF ganando la millonaria remuneración que percibe y que cualquier técnico nacional ponga orden y haga lo que tenga que hacer, así no se perderá tanto.
México cuenta con su mejor generación de futbolistas en toda su historia, pero quienes manejan los destinos del seleccionado ya echaron a perder procesos enteros al no calificar al Mundial Sub 17, después de ser Campeones; al no calificar a los Juegos Olímpicos por confiar en el Pichichi, y hoy tienen anímicamente en la lona a jugadores y afición en el camino hacia Sudáfrica 2010.
Qué vergüenza, qué diferencia, Paraguay, cuya base juega en México, domina a sus anchas la eliminatoria de Argentina y Brasil; el mismo Paraguay al que se le metió cinco goles en Copa América y que hoy vemos hacia arriba, y todo porque ellos hacen las cosas con humildad, sin payasadas de contratar a un entrenador famoso y sí a un humilde Gerardo Martino. Qué diferencia, y casi la mayoría de los paraguayos juegan sin tanto alarde en nuestro futbol, sin tanta soberbia y estupidez.
Hoy tenemos un badulaque entrenando a un grupo que ya perdió la confianza, que ya no le creyó de inicio al sueco porque nada les supo decir que no supieran; hoy Salcido juega basura, Oswaldo muestra inseguridad, Aarón Galindo parece veterano, Rafa hace lo que quiere, Guardado se desespera, Giovanni y Vela no le meten un gol a nadie, Arce y Pérez, sumidos en la mediocridad; Bravo, solo, sin balones a modo, Torrado haciendo el trabajo de dos. En fin, una caricatura de equipó, y eso que todavía falta lo más difícil. Help!
Fuente: Record Diario Deportivo
Sin Conexión...
Dom 19 de Octubre de 2008.
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