Esa imbecilidad tan conveniente

Sin Conexión

“La conveniencia estriba en seguir aparentándonos como un futbol urgido de talento venido de otros países, ya sean futbolistas, entrenadores y hasta dirigentes, pasando por auxiliares, terapeutas, médicos…”

Aunque usted no lo crea, hay muchos personajes, dirigentes inclusive de nuestro medio futbolístico, que se ven sustanciosamente beneficiados de que nuestro futbol aparente tener un nivel despreciable, tal como el que ha venido demostrando últimamente nuestro combinado nacional (que no Selección propiamente) en la eliminatoria rumbo al Mundial de Sudáfrica.
A nadie que sea verdadero aficionado les gusta que el equipo que (supuestamente) representa al futbol de su país se vea superado cotidianamente por rivales de la propia zona, que históricamente habían sido eternos comparsas en el simple camino de nuestros paisanos hacia los Mundiales en turno.
La explicación más lógica es la de que las distancias se han acortado y que otras Ligas mejor organizadas han trabajado para superarse futbolísticamente y, por lo tanto, superarnos en enfrentamientos que antaño eran pan comido para los nuestros.
Pero en realidad no me parece que sea tan simple, sobre toso porque , considero, tal como muchos otros, que nuestro real nivel y el de nuestros jugadores de las nuevas generaciones, han evolucionado a tal grado de no tener mucho que pedirle a los surgidos de otras latitudes tradicionalmente productoras del mejor talento de este deporte.
Entonces ¿por qué hay quienes aparentemente se empeñan en demostrar que no es así?, ¿ por qué pareciera que hacen hasta lo humanamente imposible para lograr que nuestro entorno sobreviva en un estado permanente de “decepción nacional”?
¿No me diga usted que no parece a propósito el cúmulo tan exagerado de estupideces que tratan de revelar los responsables de este negocio para convencernos que efectivamente somos un desastre, también en el futuro, y conseguir con ellos mantenernos en ese estado de dependencia de lo ajeno que les resulta, por lo visto, tan conveniente?
Me preguntará, entonces, ¿en qué consiste tal conveniencia de parecer más imbéciles de lo que realmente somos, cuando lo contrario podría ser más agradable y, quizás, hasta más rentable?
La conveniencia estriba en seguir aparentándonos como un futbol urgido de ‘talento’ venido de otros países, ya sean futbolistas, entrenadores y hasta dirigentes, pasando por auxiliares, terapeutas, médicos, preparadores físicos, etcétera, y conseguir con ello un encarecimiento artificial y desproporcionado, que convierte a nuestro futbol y a sus equipos más importantes en la ‘caja chica´ de los involucrados.
De otro modo, ¿ cómo se explica la obstinación que impide, por ejemplo, las tantas veces pospuesta reducción en el límite de jugadores extranjeros en los equipos de Primera División y Primera A, y , por el contrario, las facilidades que se otorgan a los naturalizados para ocupar las plazas de los nacidos y formados aquí ?
¿Cómo se entiende la llegada de carísimos técnicos foráneos que, de entrada, pueden saber mucho, pero desconocen nuestro medio, cuando la mayor parte de los títulos en nuestra Liga los consiguen entrenadores nacionales? O ¿por qué no son obligatorias las fuerzas básicas en los clubes profesionales de nuestro país?
¿Por qué se atenta sistemáticamente contra la tan delicada, pero insustituible autoestima de nuestros jóvenes prospectos mediante la importación de tanto bulto foráneo y, lo que es peor, la convocatoria de naturalizados mediocres a nuestra Selección? ¿Acaso lo hacen para aparentar que de un país de más de 120 millones de habitantes (la mayoría jóvenes y entre ellos muchos futbolistas) no podemos escoger tan siquiera 11 que nos representen dignamente?
O ¿por qué se interrumpieron procesos informativos exitosos, como las famosas selecciones amateur de los 70? O más reciente, evidente y hasta sospechosamente, ¿por qué no se ha repetido paso por paso el proyecto que tanto éxito logró y que nos llevó al Campeonato Mundial Sub17?
¿Acaso no sería rentable ser autosuficientes en la producción en serie (y en serio) de futbolistas auténticamente mexicanos buenos y baratos ( bonitos puede que no tanto ), abaratando con ello de paso los artificiales altos costos de nuestra Liga.
Por lo visto, para algunos resulta mucho más conveniente el que sigamos pareciendo imbéciles o, por lo menos incapacitados para jugar futbol.
A las pruebas me remito.


Fuente: Record Diario Deportivo
Sin Conexión...
Dom 15 de Febrero de 2009.