Esta es la sección dedicada a Esteban Arce y su columna editorial "Sin Conexión" que es publicada todos los Domingos en el "Record" diario deportivo.
Fotos Cortesia de Stali Abraham de Cancún Qroo.

Si triunfan, se cae el negocio

“Ahora es el tiempo de Omar, no vaya a ser que se quede unos meses más, y Bravo detone su capacidad goleadora y eso no conviene, traigan a Omar cueste lo que cueste”.

Hace unos días escribí una columna en la que denunciaba un orquestada y maquiavélico esquema, en donde se inhibe la generación de futbolistas nacionales para permitir la importación desmedida de jugadores extranjeros a México; un mercado del que salen favorecidos tanto promotores foráneos como mexicanos, amén de los administradores de las plantillas de los equipos, entrenadores, directores deportivos, jugadores, managers, secretarios técnicos y hasta la secretaria del conjunto, en el peor de los casos.
Así a través de la importación se debe inhibir la generación de futbolistas mediante el descuido de las fuerzas básicas, evitar los debuts a temprana edad, permitir cinco o más extranjeros por club y otros tantos en los equipos de divisiones de ascenso.
Así entonces se impide que este enorme mercado de millones de dólares se vea afectado, pero existe para esta gran mafia sudamericana algo peor que eso, y es que, si México además de generar sus propios futbolistas, éstos impiden la llegada de sus productos y se pone a exportar a Europa a los más destacados; y eso sí ya no lo pueden permitir, es entonces cuando manifiesta la más sospechosa de las artimañas, cuando aquel mexicano que ya salió del país es repatriado a la brevedad, no vaya a ser que madure y deje una semilla en esos clubes; para que entonces se voltee a ver un mercado, que no solamente no les compite, sino que les consume sus productos.
Si no dígame por qué la insistencia en repatriar ahora a Aarón Galindo, al Kikín ( hace un par de años), al ‘Abuelo’ Cruz, Germán Villa, Luis Flores, Chepo de la Torre, Manolo Negrete y tantos otros. Lo intentaron hacer con Hugo Sánchez, pero éste se negó y triunfó enormemente. Con Rafa Márquez no lo pudieron evitar, debido a su calidad, como lo que pueden hacer tantos, pero no conviene a esos intereses y los regresan a costa de todo; si no, solamente dígame por qué Tigres gastó siete millones de dólares por el Kikín y que a ese precio pudieron comprar lo que se les diera la gana.
Por qué entonces la prisa por regresar a Pavel y a Galindo, cuando ya se habían consolidado en Alemania; por qué pagar millones por Torrado cuando ya era un jugador de nombre en la Liga española, no me digan que a esos precios se podrían gastar la mitad, e invertir en fuerzas básicas y seguir generando talentos, al tiempo que se dejan madurar a los mexicanos en el mejor futbol del mundo. Pero no, eso no conviene y ahora es el tiempo de Omar, no vaya a ser que se quede unos meses más, y detone su capacidad goleadora y eso no conviene, traigan a Bravo cueste lo que cueste, no importa si vale más que el Kikín, no importa si no hace nada como el propio Fonseca, con ese dinero se podrían mantener las fuerzas básicas años, pero eso es lo de menos, mejor cuidemos un mercado en donde comprando jugadores sudamericanos tapamos la salida de los nuestros y se llenan de billetes quienes siempre lo han venido haciendo. ¡ Qué asco !



Fuente: Record Diario Deportivo
Sin Conexión...
Dom 1 de Marzo de 2009.



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